Visitamos la residencia por primera vez en noviembre de 2018. Por aquel entonces, vivían allí 43 ancianos, 27 de los cuales ya no podían caminar.
Las principales peticiones son comida, electrodomésticos y cuidados. Así que dotamos a la residencia de ancianos de todo lo que necesitaban y compramos electrodomésticos nuevos, sobre todo un gran número de televisores.
Como en todas las residencias de ancianos, para los abuelos era importante hablar con alguien de la vida. Al fin y al cabo, es bastante aburrido estar tumbado, aunque la mayoría tengan compañeros de habitación. Su rutina diaria no es tan halagüeña como podría pensarse: alguien escucha la radio mientras mira al techo, alguien lee un libro y alguien ve la televisión si la tiene. Pero, por desgracia, la mayoría de los ancianos no las tienen, así que quisimos proporcionárselas.
En 2019 nos enteramos de que el tejado de la casa tenía goteras y estaba en estado crítico, así que decidimos sustituirlo de inmediato. Así que organizamos las reparaciones y en pocos meses los ancianos tenían un techo nuevo.
Todos necesitamos ayuda alguna vez, así que ¡apoyemos juntos a quienes la necesitan!
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